La presión arterial alta o hipertensión arterial (HTA) o presión arterial alta es un padecimiento muy común en el mundo, y sobre todo en México. El 43.2% de los mexicanos padece esta enfermedad. Dicho malestar es la presión elevada que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos.

Causas

  • Cuando tu corazón late, bombea la sangre hacia tus arterias y crea presión en ellas. Dicha presión es la que consigue que la sangre circule por todo el cuerpo.
  • Cada vez que te toman la presión (tensión) dan dos cifras. La primera de ellas registra la presión sistólica (aquella que se produce en las arterias cuando late el corazón) y la segunda, la presión diastólica (aquella que se registra cuando el corazón descansa entre latidos).
  • Si la presión sube por encima del límite normal –que se podría cifrar en 140/90 en los adultos– se produce lo que denominamos hipertensión arterial.
  • En el 90% de los casos la presión arterial elevada es un padecimiento primario, lo cual significa que no es derivado de algún proceso que esté aquejando a otra parte de su cuerpo. En el otro 10% la hipertensión es secundaria, lo cual significa que está relacionada a un proceso que está sucediendo en el cuerpo, tales como: mal funcionamiento de los riñones (insuficiencia renal crónica), exceso de producción de hormona tiroidea (hipertiroidismo), tumor en la glándula suprarrenal, uso crónico de ciertas sustancias (descongestionantes nasales, pastillas anticonceptivas, alcohol, etc.)

Síntomas

La hipertensión no necesariamente tiene síntomas asociados, un apersona puede tener hipertensión arterial severa y no sentirse enfermo en ningún aspecto, sin embargo algunos de los síntomas más comunes que se presentan en la hipertensión son:

  • Dolor de cabeza
  • Zumbido o sensación de escuchar “campanitas”
  • Náusea
  • Vómito
  • Sangrados nasales frecuentes
  • Visión borrosa

Pruebas y exámenes

El principal examen que se realiza para el diagnóstico de hipertensión arterial es la toma de presión arterial con baumanómetro y estetoscopio, sin embargo no solamente al tener una toma de presión arterial elevada se diagnostica la enfermedad. Se tiene que tener de 2 a 4 tomas diferentes con valores alterados para poder establecer un diagnóstico de presión arterial alta. También se puede utilizar el monitoreo ambulatorio de presión arterial.

Recomendaciones y tratamiento

Muchas veces la presión arterial no es una enfermedad con síntomas, es decir, el paciente puede sentirse bien y sin ninguna molestia, sin embargo esta puede afectar a largo plazo el correcto funcionamiento del corazón (insuficiencia cardiaca), cerebro (aumenta riesgo de embolia o derrame cerebral) y riñones (insuficiencia renal).

Por eso es fundamental que se realice controles periódicos y, de padecer hipertensión, combine el tratamiento prescrito por su médico con una dieta más saludable y ejercicio físico. Con mucha más importancia en adultos mayores de 30 años.

Aunque la hipertensión arterial no puede ser definitivamente curada, existen una serie de hábitos de vida que, unidos a la acción de los medicamentos para controlar la presión (antihipertensivos), pueden llegar a controlarla de forma sustancial y evitar así sus consecuencias. A continuación le damos una serie de consejos de gran utilidad para la prevención de la hipertensión y su control.

Muchos hipertensos han normalizado su tensión arterial al lograr su peso ideal. Evite la obesidad y encuentre algún ejercicio físico que pueda realizar regularmente.

Algunas recomendaciones son:

  • Modere las comidas con grasa, aumente las frutas y verduras, legumbres y fibras. Procure seguir el plato del buen comer (representado en la imagen)
  • Disminuya el consumo de sal en sus comidas, así como productos salados o con muchos conservadores
  • Evite hábitos nocivos como fumar, consumir bebidas alcohólicas o sustancias ilícitas.
  • Evite el exceso de bebidas energetizantes tales como: café, té, bebidas que contengan taurina, etc.

El tratamiento elegido por el médico puede ser con diferentes tipos de medicamentos y la combinación de estos:

  • Betabloqueadores: propanolol, metoprolol, atenolol, etc.
  • IECAs: Enalapril, lisinopril, captopril
  • Bloqueadores de calcio: Amlodipino, Nifedipino
  • ARAII: Valsartán, telmisartán, losartán

Es IMPORTANTE no automedicarse y consulte con el médico para establecer un tratamiento correcto.